martes, 17 de mayo de 2011

Desempleo en México

El desempleo es una de las causas más importantes de la migración: la entrada de empresas transnacionales ha acabado con muchos de los pequeños negocios familiares, el uso de tecnología en algunas empresas ha desplazado a los trabajadores en varios sectores manufactureros. Como consecuencia de la escasez de trabajos en México, el subempleo ha crecido y como sabemos, las actividades del subempleo (vendedores ambulantes, 'cuidadores de carros' en las calles, etc) muy pocas veces permiten mantener una forma de vida digna. Lo mismo ocurre con los trabajos mal remunerados, porque los bajos salarios son insuficientes para cubrir las necesidades básicas. Generalmente pensamos que quienes migran son las personas más pobres de cada país. Es sabido que la pobreza es una de las causas de la migración, pero también hay que considerar que la migración representa costos muy altos, así que la gente debe reunir recursos para llevar a cabo el viaje; en muchas ocasiones la única alternativa que les queda es vender su patrimonio y adquirir deudas enormes, aún así muchas veces son víctimas de los engaños de los "polleros". Los niveles de pobreza han aumentado en todo el mundo, Latinoamérica no es la excepción, las consecuencias de las crisis económicas afectan mayormente a las clases menos privilegiadas de la población, aquellos que solían quedarse en casa y no migrar han comenzado a hacerlo obligadas por sus condiciones de vida. Actualmente mucha de la gente que decide migrar tiene familiares en el país de destino; las redes que se han formado en las generaciones pasadas fomentan la migración, así es como en el país de destino se reproducen las comunidades del país de origen. Hay muchas causas para la migración, pero las podemos resumir en "búsqueda de mejores condiciones de vida": el nivel socioeconómico de los países de migrantes no les permite a sus habitantes alcanzar niveles de vida dignos, la falta de oportunidades se demuestra con el hecho de que cada vez es más grande el número de personas que migran por no poder encontrar un trabajo para el cual están capacitados y preparados, contadores, maestros, administradores, todos ellos han abandonado sus países en busca de un trabajo que les permita mantener a sus familias. Todas las causas anteriores serían insuficientes para explicar el fenómeno si no tomáramos en cuanta que en otros países existen fuentes de empleo. Las empresas en los países de destino valoran la mano de obra migrante porque es más barata, además de que muchas veces no les dan los mismos derechos laborales (seguro social, pago de horas extra, etc) que a los trabajadores legales. Los migrantes son apreciados en algunos sectores como, ciertas plantaciones, industrias manufactureras, y en servicios como restaurantes y centros de entretenimiento, porque desempeñan tareas que los nacionales evitan por ser desagradables o mal remuneradas, con menos exigencias y en condiciones laborales deficientes. Actualmente muchos países están trabajando en políticas migratorias que involucran el refuerzo de muros fronterizos, aumento de agentes de migración y uso de tecnología para el control de la migración, y olvidan el trasfondo social que existe tras el fenómeno. No toman en cuenta la interacción entre oferta y demanda de trabajo que es el motor que impulsa la migración, por eso es que no son efectivas. Para frenar la migración es necesario ofrecer alternativas en el país de origen, y no erigir muros.

Desempleo en México

Ciudad de México - La tasa de desempleo en México se mantendrá, en promedio, en 5.17% este año, pese al sólido crecimiento económico que registró el país en 2010, previó Invex Grupo Financiero.
El promedio para la tasa nacional de desocupación (TDA) expresada como porcentaje de la Población Económicamente Activa (PEA) se ubicó en 5.37% en 2010, cifra ligeramente inferior a la observada en 2009, cuando fue de 5. 47%. A decir de Ricardo Aguilar Abe, del Departamento de Análisis de esta institución, en 2011 se espera la apertura de 537 mil empleos formales en México, con lo que el promedio para la tasa de desempleo podría caer de 5. 37 a 5. 17%. Señaló que a pesar del descenso observado en 2010 en comparación con el año previo, las cifras ajustadas por estacionalidad muestran señales contradictorias.
Aunque en 2010 el desempleo en México se mantuvo elevado, a pesar del sólido crecimiento económico del país, el analista de Invex previó que la tasa descienda mientras se concrete una mayor expansión en la economía.
El crecimiento del país este año podría ser sólido -Invex prevé 4.2% -, sin que ahora se aprecien riesgos que eviten un regreso de la tasa de desempleo hacia los niveles observados antes de la última crisis, pronosticó.
Dijo que si bien el panorama es positivo, tampoco se estima que la tasa de desempleo se ubique por debajo de 5.0% en los siguientes 12 meses, con excepción de los meses de vacaciones.
Por su parte, el coordinador de Estudios Económicos y Sociales del Grupo Financiero Banamex, Arturo Vieyra, expuso que aun cuando las cifras recientes muestran repunte importante en la generación de empleos en el sector formal, aún es insuficiente para disminuir el desempleo.
De ahí que, estimó, en el corto plazo se mantendrá alta la tasa de desempleo y sólo a partir del segundo trimestre de este año comenzará a descender gradualmente.
Conforme las previsiones de esta institución y con base en la premisa de un avance del Producto Interno Bruto (PIB) de 4.8%, la tasa nacional de desocupación en 2011 promediará 4.6% de la PEA, por debajo de 5.37% registrado en 2010, agregó.

Desempleo en México

El desempleo se puede dar también por diferentes ideologias, racismo, difernete religión etc aquie un video en donde se pueden ver algunos motivos del por que en México hay desmpleo, por no contratar a personas con diferntes ideologias. http://www.youtube.com/watch?v=lGtuNg0L-h8

Corrupción

¿QUÉ ES LA CORRUPCIÓN?
Entendemos como corrupción a todo acto ilegal y no ético que viene como consecuencia del abuso del poder. Este acto corrupto es una actividad a través la cual un ciudadano ya sea servidor  público o no, impulsa una acción en contra de las leyes, normatividad y prácticas implementados, a fin de favorecer intereses particulares.

Cabe destacar que el interés personal no es un elemento necesariamente único, pues los actos de corrupción no siempre benefician únicamente intereses particulares. La corrupción puede beneficiar a familiares, amigos o incluso a una organización, a una causa o movimiento social, político o cultural.

Causas de la corrupción política y social
De acuerdo con el autor del artículo "Acerca del significado de corrupción política", Laurence Whitehead, la corrupción política no es propia solamente de los países latinoamericanos y pobres, es parte de la transición de un gobierno a la democracia la corrupción es una desventaja de los gobiernos republicanos, porque el siempre el afán de poder es superior al querer hacer el bien común.
Asimismo, el autor subraya que "el poder económico pervierte la lógica de la representación democrática." Otra explicación de las causas de la corrupción desde un enfoque de la sociología política que también parece válida, la da el propio Morris, quien considera que "Primero, la corrupción se produce debido a un desequilibrio presupuestal esencial entre la habilidad y la capacidad de las organizaciones estatales y sociales para influir sobre el comportamiento político. Segundo, cuando la fuerza de las organizaciones sociales domina a la del Estado, se presenta una tendencia hacia el soborno generalizado.
Por último, en el caso opuesto, en el que las organizaciones estatales son más poderosas que las sociales y, por lo tanto, más capaces de controlar las oportunidades de movilidad, existe la tendencia hacia la corrupción generalizada. Cuando se alcanza un punto de equilibrio entre ambas tendencias, es cuando no se produce corrupción, es el punto deseable de alcanzar por una institución pública." Esto nos hace pensar que la corrupción es transitoria, dándonos esperanza de que talvez algún día nos volvamos un país íntegro y sin más corrupción, aunque por ahora esto impide el desarrollo económico y sustentable, le resta credibilidad a nuestro recién sistema democrático, al igual que al funcionamiento del Estado y del poder judicial.

Los medios de comunicaciones también aparecen llenos de corrupción; ya que en manejo de la información tiene mucho que ver con los intereses políticos y económicos.
Después de investigar en varios textos de acuerdo con nuestra opinión, podemos concluir que las principales causas de la corrupción en México son las siguientes:
  • Exceso de trámites y requisitos para solicitar un servicio o trámite por parte de una oficina pública
  • Sueldos bajos del personal público
  • Falta de valores éticos entre algunos servidores públicos y ciudadanos. 
  • Ausencia de un registro nacional de servidores públicos inhabilitados por incurrir en actos de corrupción
  • Insuficiente participación ciudadana en actividades de control y evaluación de la gestión pública.
  • Ambición desmedida por el poder
EFECTOS EN LA SOCIEDAD MEXICANA
A. Implicación Política
En el contexto político, la corrupción era el abuso autoritario del poder. Esta idea se expresa en la tan citada frase de Lord Acton según la cual el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. En la actualidad tal sentido sigue, pero predomina uno de los tipos de abuso al poder, que es aquel que consiste en el enriquecimiento ilegal o ilegítimo de los políticos o, en general, de las autoridades (corrupción personal) o el favorecimiento a las causas u organizaciones a las que están integrados aunque no se beneficien personalmente (corrupción oficial), gracias a los cargos que desempeñan o sus conexiones con quienes los tienen. Están en juego, así, el manejo deshonesto de recursos públicos o recursos en torno a una gestión pública.
La relación entre corrupción y política es mucho más profunda de lo que quisiéramos y los políticos estarían dispuestos a admitir. En primer lugar, no hay que perder de vista que la corrupción no sólo es una acción más o menos consagrada como delictiva sino también un importante medio de influencia política.
Este tipo de corrupción, toca y trastoca las ideas y principios por los cuales lucha un partido político, el cual supuestamente está luchando por el bien común de la nación. Pero al existir la corrupción política la deformidad de estos ideales es sufrida directamente por los ciudadanos, como lo dice Peter Eigen, presidente de la Transparencia internacional en el Informe de Corrupción mundial 2004: "El abuso del poder para lograr ventajas políticas afecta a quienes pagan impuestos y a los tenedores de acciones corporativas en todo el mundo y niega a los más necesitados los servicios públicos básicos, creando un grado de desesperación que genera conflicto y violencia.
El problema debe ser abordado a nivel nacional e internacional".... "La corrupción política perjudica la esperanza de prosperidad y estabilidad en los países en vías de desarrollo y hace daño a la economía mundial". Entonces se puede decir que la democracia se debilita y los ciudadanos pierden la confianza en los políticos"". Todo esto es muy lamentable, y como menciona Eigen en la cita anterior, el abuso del poder hace que el uso de los servicios públicos se dificulte y orilla las personas a cometer actos ilícitos. Asimismo, el hecho de que los políticos sean corruptos hace que como ciudadanos ya no confiemos en ellos y en la legalidad del Estado Mexicano.
B. La implicación económica
Cuando se habla de corrupción en un esquema generalizado se pueden perder muchos puntos relevantes a ser considerados ya que simplemente se ve lo que más escándalo produce, sin embargo; existen muchos factores que se encuentran inscritos en este problema, los cuáles pueden ocasionar verdaderos conflictos y crisis a niveles Nacional e Internacional.
"La corrupción, el fraude y las conductas deshonestas tienen un costo de 81 mil millones de dólares anuales en México, 12 por ciento del producto interno bruto (PIB)", según un estudio publicado en el periódico La Jornada. Éste análisis de la firma CEI mostró que las pequeñas y medianas empresas (Pymes) pagan cada año aproximadamente unos 29 mil 700 millones de dólares en sobornos, y que el 43% de las Pymes realiza de forma continua este tipo de pagos, que corresponden al 10% de sus ingresos totales anuales. Lo preocupante de los datos anteriores es que el sector industrial, para ahorrarse trámites tediosos, tenga que recurrir a éstas prácticas, para lograr un crecimiento.
Además de las millonarias cantidades de pesos que genera la corrupción, y que podrían ser destinadas a otras muchas cosas, como proyectos de expansión por parte de las Pymes, la corrupción política también trae consecuencias a nivel económico nacional , es por ello que cualquier tipo de corrupción afecta a todos los sectores del país.
Los políticos saqueadores y las multinacionales que sobornan perjudican el desarrollo económico, afirma Transparencia Internacional. Todo esto, le resta credibilidad al país, y por lo tanto reduce la inversión extranjera, un escepticismo de las políticas de libre mercado y pérdidas de recursos económico. Citando nuevamente a Peter Eigen quien nos dice: "La corrupción política perjudica la esperanza de prosperidad y estabilidad en los países en vías de desarrollo y hace daño a la economía mundial", podemos afirmar porque a México todavía le falta mucho para ser un país desarrollado, y que la corrupción solamente nos retrasa todavía un poco más.
D. Implicación social
"La corrupción no tiene especificaciones de tiempo o lugar. Ella es intemporal, que si bien es un problema de los individuos que muestran conductas ilícitas es también resultado de una sociedad que funciona con un sistema que nos es el apropiado"
El daño social que causa la corrupción es sumamente preocupante, ya que el vivir en un país corrupto desmoraliza a los ciudadanos, es decir nos hace sentir que no vale la pena ser honestos, ni que tampoco vale la pena acatar las leyes porque de todos modos nadie lo hace, ni siquiera el propio gobierno. Vivimos en la desconfiados e insatisfechos con nuestros propios gobernantes, no creemos en nuestro sistema judicial, legislativo ni administrativo, dudando de su eficiencia y de sus intenciones. Aun así, tratamos de evitar nuestras propia legislación, nos saltamos trámites, pedimos y hacemos "favores" para obtener algo de manera más rápida, siendo participes de una grave problemática en México. La sociedad se encuentra envuelta en esta práctica, tú corrompes porque el gobierno te corrompe.
Otra implicación social que causa la practica de estos actos ilícitos, ya que por lo mismo de la falta de crecimiento económico, se pierden de oportunidades de crecimiento y desarrollo para la población.
Pero sobre todo, la corrupción solo beneficia a unos cuantos a costa de la mayoría de los ciudadanos, porque se da una injusta distribución del ingreso, que según la Coparmex, es altísima e imposible de medir, y todo esto se traduce en más pobreza.
Es por eso, que el costo social sino es el más grave, si es por el que se debe poner medidas de regularización para tratar de erradicar este gran problema que nos aqueja.



aqui un video para que puedan ver que la corrupción ya es tan tanta en el país, que no se puede confiar ni en los policias http://www.youtube.com/watch?v=YMrfnliIfAc

El gran problema de la corrupción

En México, siete de cada 10 empresas ven afectada su competitividad a consecuencia de la corrupción que permea a nuestro país.

En México, siete de cada 10 empresas ven afectada su competitividad a consecuencia de la corrupción que permea a nuestro país, de acuerdo con la Encuesta de Fraude y Corrupción en México 2008 de KPMG.
“Esta práctica no sólo perturba al sector privado, ya que la sociedad en su conjunto también se ve perjudicada, al inhibir la inversión de las compañías en nuestro país, la cual es generadora de empleo”, advirtió Arturo del Castillo, consultor de la Práctica Forense de KPMG.
El sondeo mostró que 60% de las empresas reconoce que la corrupción afecta de manera negativa sus proyectos de inversión en la nación.
Tan sólo 44% de las compañías realiza pagos extraoficiales a servidores públicos con el objetivo de agilizar trámites, obtener permisos, entre otras ventajas.
Así, el sector privado destina hasta 5% de sus ingresos anuales a sobornos a servidores públicos.
Por otra parte, en nuestro país, ocho de cada 10 empresas sufrieron cuando menos un fraude en el 2007, lo cual provocó pérdidas monetarias, así como otras repercusiones en diversos ámbitos de las organizaciones.
El sondeo de la consultora, el cual se realizó a 235 directivos que empresas que operan en nuestro país, mostró que en México la incidencia del delito disminuyó a cinco por cada 10 empresas, tomando en cuenta únicamente los movimientos fraudulentos internos, es decir, aquellos hechos ilícitos cometidos por empleados de los propios corporativos.
En el último año, el sector privado perdió aproximadamente 900 millones de dólares por fraudes de tipo interno.
“Sin embargo, el delito va más allá de las cuestiones económicas. Un hecho de esta magnitud tiene consecuencias graves en otras áreas de la organización en cuestión, como la imagen corporativa, el clima laboral y la confianza de los inversionistas”, explicó Arturo del Castillo.
A nivel internacional, nuestro país registra una de las incidencias más elevadas en delitos fraudulentos.
De manera general, México se encuentra por arriba de países como Estados Unidos, Alemania y Brasil.
En tanto, en fraudes cometidos por empleados de las propias empresas nuestro país supera a naciones como Argentina y Chile.
“A pesar de este panorama, la cultura preventiva antifraudes aún es incipiente en México, dado que se ve más como un gasto que como una inversión”, puntualizó el consultor.
Por si esto no fuera poco, enfatizó, sólo 2% de las empresas que han sido defraudadas implementa o corrige sus mecanismos de control interno.

La soluciones de los pobres

Todo hace suponer que tendremos que pensar en una estrategia económica para pobres. Nos veremos obligados, más pronto que tarde, a abandonar las fantasías de los modelos de consumo de las clases medias centrales, en derrumbe incluso en ese medio, y aceptar que somos pobres y que seguiremos siendo pobres.
Esto no significa resignación ante nuestra suerte. Todo lo contrario. El abandono de las fantasías abre importantes posibilidades de evolución económica y social fincadas en lo real. Implica dejar de estrellarnos contra el cristal, intentando pasar al otro lado y empezar a pensar ¿qué es lo que podemos hacer con lo que tenemos?; implica abrir las puertas a la imaginación, no para acabar con la pobreza y convertirnos en la rica clase media pregonada por la televisión, sino para apoyar una nueva estrategia, con nuevas soluciones acordes a nuestras capacidades y recursos y con el imperativo de que sea una vía que preserve el patrimonio ecológico propio y de la humanidad.
En la nueva estrategia habremos de apoyar a los pobres en la solución, por sí mismos, de sus, de nuestros problemas. Lo que significa que será necesario recuperar y desarrollar soluciones de pobres. Esto es muy distinto a llevar a los pobres las "soluciones" de los ricos.
Llevar a los pobres soluciones de ricos, de clases medias, es lo que se ha hecho como estrategia fundamental de combate a la pobreza. Se intenta que los pobres tengan algunos elementos del consumo de los ricos alegando que son derecho de todos. Es, sin embargo, una estrategia desmovilizadora de las energías y recursos de los pobres.
Los elementos de consumo de los ricos que se llevan a los pobres tienen que ser, necesariamente, proporcionados por las áreas modernas de la economía, por así decirlo por los ricos industrializados. Por ello en el combate a la pobreza los más beneficiados son los sectores sociales, institucionales y productivos insertos en la modernidad y que operan como intermediarios de las soluciones para pobres.
Son distintas las respuestas para pobres que las respuestas de pobres. Las soluciones para pobres son usualmente soluciones de ricos, así sean para pobres. Veamos ejemplos:
  • Llevar a los pobres desayunos escolares y complementos al consumo alimenticio con productos llevados de fuera termina por devaluar y deteriorar sus propias capacidades de producción de alimentos en una espiral de deterioro y dependencia crecientes. Otra cosa sería apoyar el fortalecimiento de sus propias capacidades para la producción, la transformación y el autoabasto. Todo lo contrario del subsidio a la harinificación del consumo de maíz que obliga a que el más importante consumo alimenticio de los mexicanos transcurra por mecanismos centralizados de procesamiento industrial y pague su tributo a un oligopolio privado.
  • llevar a los pobres servicios institucionales de salud de alto nivel, implica contratar médicos, administradores, contadores, servicios, comprar instrumental y medicinas, construir infraestructura, adquirir elevada capacitación, etc. Todo ello generado y vendido a buen precio por los sectores modernos y prácticamente nada por los mismos pobres. Es cierto que los pobres reciben el servicio (al tiempo que se degradan sus alternativas tradicionales); pero muchas veces lo reciben sólo de manera simbólica, como cuando se sortea o raciona el ejercicio efectivo de su derecho, porque en realidad no puede alcanzar para todos. Lo cuestionable es que la creación del aparato de salud no apoya sino que erosiona su economía de pobres y destruye sus alternativas tradicionales.
  • proporcionar a los pobres vivienda y servicios urbanos (agua potable, alcantarillado, electricidad, caminos, transportes, etc.) con casas, infraestructura y servicios construidos y proporcionados por compañías constructoras, instituciones y obreros formales, les da acceso a un bien de consumo, no siempre sustentable y que no fortalece su inserción productiva en la economía. Todo lo contrario, tiende a deteriorarla (ahora deben pagar servicios, impuestos, deudas políticas, etc.).
Es imposible que pueda funcionar una estrategia en la que la elevación de los niveles de consumo de los pobres no se ve sustentada en la elevación de sus propias capacidades productivas. De esa manera se logran hacer clientelas socio políticas crecientemente dependientes, con el riesgo de que llegue un momento en que su incremento las haga insostenibles para los sectores modernos de la economía y se rebelen al llegar a los límites de un callejón sin salida.
Lo que aquí se propone es apoyar a los pobres en sus capacidades productivas, en sus propias respuestas y soluciones, para que se hagan cargo fundamentalmente por sí mismos de la atención a sus carencias. Ello implica repensar las soluciones de ricos para pobres en nuevas soluciones de pobres para pobres. Es decir el cambio de estrategia reclama un cambio de tecnologías, de mecanismos de solución, de estrategias.
No es aceptable una estrategia modernizadora que se traduce sólo en beneficios para las transnacionales por la importación de nuevas tecnologías y equipos al tiempo que se desechan los recursos y capacidades productivas disponibles para la mayoría de la población. Esta estrategia modernizadora demanda grandes cantidades de capital externo al tiempo que arroja por la borda el ahorro que la gran mayoría de la población ya ha invertido en infraestructura, maquinaría y equipos, que se ven inutilizados. Es una estrategia cuyos resultados patentes son hundir en la miseria a cada vez más amplios grupos de población.
Por el contrario, se trata de apoyar a los pobres para que eleven sus niveles de autosuficiencia a partir de la reactivación y movilización de sus capacidades productivas. Este propósito implica una nueva (¿vieja?) concepción económica y social. No se trata de que produzcan como ricos, modernos y tecnológicamente avanzados. Para ello se requerirían enormes cantidades de capital y formación masiva de recursos humanos en el dominio de nuevas tecnologías, en su administración y comercialización; lo que sólo sería posible en algunos escaparates de exhibición, pero no como solución generalizada.
Se trata de permitir que los pobres produzcan como pobres; con las tecnologías de pequeña escala que les resultan conocidas, en redes de intercambio también de pequeña escala (comunidad, región, grupo social), con las capacidades y recursos con los que ya cuentan. Implica no tirar por la borda las capacidades y recursos disponibles para reconstruir el país con tecnología y capitales importados para producir para otros. Se trata de producir para nosotros con nuestros recursos y ahorros, con nuestras capacidades y habilidades, con esquemas de comercialización y mercados apropiados a nuestras escalas de producción.

Pobreza en México

En México la pobreza, ligada a la ignorancia, es una realidad a todos como ciudadanos día con día.
En nuestro país mas del 70% de la población es pobre y el 80% de ello viven en la pobreza extrema. Muchos pueden ser los culpables de esta situación, el gobierno, las empresas mutinacionales, los patrones explotadores y la carencia de trabajos, etc lo cierto es que nadie se hace responsable mientras nosotros, el pueblo sufrimos las consecuencias.
La falta de educación en México es la raíz de todos los problemas que agobian a nuestro país, incluyendo a la pobreza. La falta de atención que el gobierno pone en los progrmas educativos, no solo en los de las areas marginadas, sino tambien en las áreas urbanas y suburbanas, y que se hace evidente ante el alto numero de personas alnalfabetas y desertoras de escuela, influyen de manara directa en todas las carencias y dificultades que ha sufrido y sigue sufriendo nuestro país.
La siguiente investigación esta enfocada hacía estos problemas en forma general. Durante el desarrollo de la misma se compararan hechos y cifras que ocurrieron en el pasado con la situación de crisis actual que vive nuestro país; y, aunque no se intentara buscar una solución, si se plantearan propuestas para ello.

El combate ideológico sobre la pobreza
Pero algo ha cambiado en los últimos años. En México, en los países centrales y en las grandes instituciones financieras, se ha convertido a la pobreza en un término peyorativo. Pobreza y miseria se han vuelto indistinguibles una de la otra y ahora se trata de combatir ambas como si fueran lo mismo y como si todos pudiéramos ser ricos. Se combate a la pobreza en una batalla que, por no definir objetivos precisos (nutrición, salud, autonomía, dignidad, etc.), amenaza convertirse en una propósito absurdo e incluso suicida.
Se ofrece, implícitamente, un sueño a millones de seres humanos: ser "no pobres". Pero, ¿que entiende el pobre con dejar de ser pobre?. Cuando el discurso promete acabar con la pobreza parece haber una promesa que a los oídos del que escucha puede significar muchas cosas, pero que sin duda se asocia a las nuevas imágenes de la televisión: los arquetipos de triunfadores, el consumo de las clases medias industrializadas, incluso el "american way of life".
Las imágenes que ofrece la televisión de los norteamericanos "pobres" los muestran con electricidad, teléfono y refrigerador; su ropa parece adecuada y los hijos van a la escuela. Bueno, hasta carro tienen. Por demás decir que cuentan con agua corriente en sus hogares y no parecen desnutridos. Obviamente los norteamericanos "no pobres" se encuentran todavía mejor (computadora, microondas, videojuegos, etc.). Entonces, ¿cual es el estándar que se ofrece al prometer la erradicación de la pobreza?
Las dificultades de definir a la pobreza y a los pobres han sido grandes. Definir lo que se ofrece como un nivel de vida "no pobre", es imposible.
El discurso ideológico que pregona el progreso y la modernidad, que ofrece acabar con la pobreza y deja a la televisión esbozar constantemente la promesa del consumo inalcanzable, nos roba la posibilidad de una pobreza digna y satisfecha a cambio de un engaño.
El cambio en los valores (imágenes que imponen los medios masivos), es brutal: del pobre honrado y trabajador hemos pasado al pobre fracasado por estúpido e ineficiente; del rico sin valores, al triunfador cuyo triunfo lo justifica todo, incluso el consumo más absurdo y derrochador de recursos que son, finalmente, patrimonio de la humanidad.
Hoy en día la norma que se impone es ser rico; es inaceptable ser pobre. La satisfacción interior que daba el orgullo del propio trabajo, la rectitud en la vida, la unidad familiar, se desvanece ante la urgencia de alcanzar el disfrute de un consumo cada vez más sofisticado e inaccesible.
Lo peor es que no parecen caber en el planeta dos estilos de consumo y de vida; la difusión del estilo de consumo de los ricos exige el monopolio y se expande en las élites periféricas (siempre será de acceso minoritario) destruyendo la viabilidad y la dignidad del consumo de los pobres que quedan sin la posibilidad de seguir trabajando y viviendo como antes y sin acceso a la modernidad. Se les construye un limbo configurado por los programas de asistencia social.
El pobre de los años noventa se siente necesariamente un rezagado; alguien que quedó atrás cuando todos los demás lograron avanzar y parecen estar disfrutando los beneficios del progreso y el consumo moderno. Lo muestra en sus imágenes la tele, y no puede sino repetir constantemente la promesa implícita porque otra cosa sería revelar el engaño del fin de la pobreza. Es posible, si, acabar con la miseria; pero no ofrecer que pronto todos accederemos al consumo depredador.
En México traemos arroz de Filipinas, kiwis de Nueva Zelanda, piñas enlatadas de indonesia, galletas de Grecia y atún para gatos de los Estados Unidos (quien lo dijera). Eso es posible por el precio absurdamente bajo de los energéticos, por medio del cual la humanidad hipoteca su futuro para sostener el consumo derrochador de unos cuantos y hacer a un lado a los pobres locales (que podrían producir arroz, kiwis, piñas y atún dentro del mismo país). El anzuelo del fin de la pobreza ha servido para distraernos del problema de fondo, la glorificación del consumo ilimitado y el derroche absurdo de los pocos.
Cada día hay más pobres (miserables) dependientes. No son, por desgracia, aquellos pobres dignos, trabajadores, autosuficientes que podían ser el sustento de una sociedad democrática. Más bien son los nuevos pobres miserables, desempleados o subocupados, insatisfechos, encandilados por el faro de una modernidad que los reduce a la improductividad y a la pérdida de sus recursos individuales y colectivos. Pobres que buscan trabajo y se les ofrece caridad; sus capacidades no son únicamente redundantes, sino incluso estorbosas. El mercado ha sido rediseñado solo para los productivos y eficientes, los modernos, los que prestan a los pobres para una nueva dosis de consumo moderno a cambio de las escrituras de sus derechos a la propiedad, la producción y la autodeterminación.
Los pobres son más, pero parecen menos en su presencia social, en su capacidad para incidir en el rumbo nacional, en sus apariciones en la televisión, en la que se asoman como marginados, fracasados o antisociales. Son menos porque se han quedado sin discurso y sin rumbo propio; el mensaje de la modernización es apabullante.
El embate no ha sido neutro. Los pobres, la mayoría de la humanidad (no los verdaderamente miserables) han perdido la batalla ideológica en torno a la pobreza; es decir que han perdido la posibilidad de definir su forma de producir y consumir. Esta derrota ha facilitado el inutilizar sus capacidades y recursos ("no competitivos"), destruir sus redes y mecanismos de intercambio (familiares, comunitarios, extramercantiles, solidarios) y orientarse progresivamente al modelo de producción, de consumo, de cultura y de vida asociado a la industrialización masiva.